Se dice que la COMPETENCIA y el
afán de ser mejor que el otro nos hace mejores, nos hace llegar a niveles
inalcanzables e impulsan nuestro espíritu de superación. ¿Edison fue mejor
porque estaba Tesla?¿Y Musk mejor al competir con Bezzos? Messi-Ronaldo,
Rosalia-Ariana Grande, Jobs-Gate, Islam-Cristianismo, taxis-Uber, Real
Madrid-FC Barcelona…Unos intentan ser mejor que los otros y de paso ellos son también mejores.
Contradiciendo esta teoría, un
alemán que vivió en Manchester, dijo que la competencia sería el origen del
final de la humanidad. Esa competencia feroz entre individuos, empresas o
naciones crearía más desequilibrios y aumentaría la desigualdad. Él creyó en la
unión y cooperación, pero el humano es humano, nuestra vida es una carrera de
fondo, una competición.
Hoy en día Bezzos y Musk se
disputan la conquista del espacio. Son visionarios, hombres adelantados a sus
tiempos. Me imagino a Edison como a Bezzos o a Tesla como Musk buscando la
corriente, reinventado la electricidad, comunicando el mundo o imaginando e inventando aquello de lo que hoy disfrutamos.
Se han inventado guerras entre
naciones, bloques o religiones. Hay que competir, SOMOS LOS MEJORES. El mayor
progreso en Europa fue motivado por la guerra fría y por la competencia entre
Comunismo y capitalismo. Al oeste se protegía y se mimaba más al trabajador, al
hombre de a pie, pues el comunismo estaba tan cerca que no se podía tensar más
la cuerda. Esperemos no perder los derechos y bienestar alcanzados, el mundo
cambia y nosotros hemos cambiado.
Hay que buscar un equilibrio
donde el competir nos haga avanzar: más listos, más rápidos, más diferentes.
Pero esos beneficios que repercutan por el bien de todos. Y podamos vivir más
seguros, con buena salud y se compartan conocimientos, cultura y ocio.