Hay personas INSUSTITUIBLES: una
madre, un buen esposo, una hermana, un maestro, el amigo con el que siempre
podemos contar y nunca nos traicionará.
Hay lugares insustituibles.
Cerrad los ojos y pensar en ese lugar. ¿Os sentís en otra dimensión?.. ESE ES
VUESTRO LUGAR.
Sin embargo la vida es un
continuo pasar de situaciones, personas, lugares, tareas… Unas SUSTITUYEN a
otras… Intentamos que todo sea mejor, pero a veces el sustituto es peor que el
sustituido… Como me decía un buen pastor: “La vida es como un batán, unos
vienen y otros van”.
Yo me puse superpesado, 102
kilos, el hacer deporte era un sufrimiento al portar más peso del debido. En la
vida uno no puede privarse de nada, pero si sustituirlo por algo mejor.
Sustituí la cerveza por leche fresca, y el dulce por la fruta ¡Qué éxito! Perdí
7 kilos en un mes, apto para el deporte, cuerpo saludable, aunque siempre se
puede mejorar. Pero que necesario cambiar y sustituir unas cosas por otras en
nuestras vidas.
Estoy en Príncipe Pío escribiendo
mientras paladeo unas cervezas en una terraza, en frente la foto de un
candidato, pasa un autobús con la foto de otra candidata y en el balcón la
abuela y el nieto que nos miran con tanto cariño...¡JODER! Yo no sustituiría mi anonimato por esa omnipresencia en calles, redes sociales, periódicos,
televisión. A veces necesaria, a veces excesivo culto a la imagen repleto de
narcicismo. A veces o siempre, así es y ha sido la política.
No sustituiría mi boli por el
tuyo, la libertad por el poder, el ANONIMATO por el narcisismo o la imagen o
risa fácil por lo que uno es. CREO QUE NO ME VOY A SUSTITUIR.