Tengo que reconocer que he
utilizado solamente una vez un GPS y me fue de mucha utilidad para llegar allá
a donde quería.
No obstante me resulta
aburrido, sintiendo como mi mente forma
parte de esa máquina. Aunque tarde más, me equivoque más, me pierda más veces,
prefiero no utilizarlo. Pues quiero ir más pendiente de disfrutar del camino y
si fuera menester descubrir nuevas rutas o atajos, y lo que más amo el que me
sorprendan nuevos lugares.
No soy gilipollas, se de la
utilidad en cuanto a ahorro de tiempo y facilitar nuestra vida, ya de por si
complicada, por lo que no merece la pena complicarla más. Lo veo más como una METÁFORA
EN EL RUMBO QUE TOMAMOS EN LA VIDA…
El líder, las masas, las modas,
el ir a lo fácil nos lleva por una dirección. Como el símil de Paulo Coelho en
El Alquimista si el pastor llevara a las ovejas a un precipicio estas lo
seguirían.
Como me decía una persona con
autismo “TENGO ALERGIA A LAS PERSONAS”… Yo quizás tenga alergia al rebaño y a
los pastores que lo guían. Prefiero salir de este y descubrir las cosas por mí
mismo, marcar mi camino, pisar la calle y balar junto a otras ovejas negras…
En mi vida lo mejor ha sido la
sorpresa por lo nuevo, las cosas que he descubierto cuando me he perdido, el
aventurarme y empezar de cero, decir que no a estereotipos y masas, pero ante
todo, disfrutar de la naturaleza: el sol, el viento, las nubes, la luna, la tierra marrón o amarilla. Y más aún conocer a esas personas diferentes que son
las que me llenan…
El GPS no se equivoca, y es una
guía que nos lleve al destino que queramos. Pero tus deseos son los que guían esa otra vida, ese como tú quieras, a tu manera…
El mundo es un precipicio para
las personas que se conforman con balar y balar, rumiar y rumiar, comer verde y no
parar de expulsar excrementos, moverse detrás de pastos y dormir en el establo
sin ningún problema, pues el día siguiente será lo mismo.
He subido y bajado, he estado
muerto y sin salida en una jaula de oro, pero cuando he conseguido escapar he
vuelto a respirar, a vivir, a perderme, a encontrarme y dar respuesta a quien
soy. Mi vida está en otra dimensión y no hay oveja blanca que me comprenda, ni ahora puedo volver al rebaño. Mi
sufrimiento y placer es más extremo, mayor… Más doloroso, más placentero.
Voy detrás, pues voy sin GPS: más
lento, menos preciso, saltando obstáculos, avanzando o retrocediendo. Pero ahora más que nunca os puedo
asegurar que DISFRUTO CAMINANDO.