DICEN

Hay muchos “influencers”, expertos, comunicadores o personajes que DICEN esto o aquello, y lo peor, todos les siguen.

Recibimos llamadas de “fantasmas” que nos hablan de sus éxitos, que al oírlos sabemos que naufragan por algún lado.


En mi tierra, LA MANCHA, se podría decir aquello de “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.

Dicen tanto, pero son personas o “personajes” con tantas carencias. Los hay que COPIAN y repiten lo que otros dicen o aquello que está de moda. No son tontos sin causa, simplemente se quieren hacer notar, y el querer ser alguien, aunque no sean ellos, les mola.

La tele, las redes, el conjunto de la sociedad nos repiten verdades enmascaradas, mentiras o nos tratan como “gilipolllas”. Dicen, por decir dicen tanto, que cuando piso la calle y vivo la realidad, esta es otra…

Dicen tantas cosas que no hay expresión castellana que lo diga más claro y mejor: “De lo que digan me la suda”…

No me creo nada, ni me creeré, y os lo aseguro, he tocado las yagas de Cristo. Tal como le pasó a Santo Tomás sé que no me vais a creer… Pero tenedlo en cuenta: ”NO HACE FALTA VER PARA CREER”.

No creas lo que te digan, ponlo en duda, reflexiona y pregúntate por qué… Eso si, NO DEJES DE CREER.

TIENES QUE…

A todos les gusta el decirnos TIENES QUE… En casa, en el trabajo, los amigos lo insinúan, incluso los gobernantes nos dicen lo que tenemos que hacer o como debemos vivir.

Y como me jode a mí que me digan lo que tengo que hacer cuando mi lema es VIVIR Y DEJAR VIVIR.

No hay cosa que más me joda, y más a mi edad, el que me digan lo que tengo que hacer. Mi vida no es perfecta, pero es mi vida y es lo que más amo.

Incluso hay quien se cree Don Perfecto o una especie de Dios que quieren que haga todo lo que él dice, que todos vivan como él quiere, que todos lo adoren y cortejen.

Suele pasar en la vida “que consejos vendo pero que para mí no tengo”. Siento que la perfección o el perfecto son sospechosos… ¿Conocéis a alguien perfecto?... Creo que no hay nada ni nadie perfecto en este mundo, y las imperfecciones son tan atractivas como esas perfecciones absolutas, que casi todos suelen poner en el altar.

Me acuerdo cuando llegó a casa mi gran amigo Angelito, echándose ese cigarrillo “feliz” después de aparcar la moto y coger la cerveza… Nacho, un andaluz la mar de salao, como le molestaba el tabaco mucho, le intento persuadir a nuestro guitarrista de lo malo que es fumar…

-Angel, no fumes tanto, te estás jodiendo la salud.

-No pasa nada, algún defecto tendría que tener.

Y siguió disfrutando de su cigarrillo y cerveza, pues era viernes, y que nadie le diga nada, era completamente LIBRE, el finde es para hacer lo que le da la gana a uno.

Algo parecido pasó en un pub de Londres, pues Horacio, un amigo argentino me vino a visitar, y cuando llegamos a la barra vimos a Sarah que se bebió una copa de vino de un trago.

Me alegró ver a Sarah después de mucho tiempo y le di un abrazo, como si fuera el último que nos fuéramos a dar en nuestra vida.

-Cuanto tiempo, te presento a Horacio.

Antes de saludarlo se bebió la segunda copa de vino de otro trago. Horacio al ver que Sarah bebía de aquella manera, intentó darle un buen consejo, pues el pibe suele decir al pan pan y al vino, y no le parecía que aquello fuera saludable.

-Sarah, que una mujer no puede beber tanto y tan rápido, te va a sentar mal.

La música de Bristol afincada en Londres pidió otras tres copas y brindó con nosotros…

-¡Cheerssss! EL ALCOHOL ES EL LUBRICANTE DEL ALMA.

Después de un trabajo duro, y una negociación aún más dura con la productora, por fin publicaba su disco. Estaba agotada, pero estaba tan feliz que había que celebrarlo.

Había que descargar toda la tensión, arte e ilusión en aquellas copas de vino, con aquellos amigos, acompañados de aquella música que nos hacía bailar.  

A pesar de que no guste el que nos digan lo que tenemos que hacer, que necesarios esos CONSEJOS de esos maestros o personas que nos quieren, como los que nos solía dar Juanito después de cada ensayo: “No se puede hacer con la vida de los demás, lo que a uno le apetezca hacer con la propia”.

NO SON TIEMPOS PARA LA LÍRICA

Estoy en una terraza y oigo a unos chavales decir en referencia a Trump, comentario que puede ser extensible a muchos mandatarios: “El obje...