RIESGO

Carlos Saura: “Veo la vida como algo pasajero pero que fluye, hay que seguirla y hacer las cosas que te gusten en lo posible. Y hay que arriesgarse. El riesgo es fundamental para permanecer vivo”.

¿Cuánto RIESGO estás dispuesto a asumir?¿En una pandemia?¿En la vida?

Incluso aunque uno ame el riesgo, pero cuando involucras a tu familia, tus amigos, te lo piensas todo tanto…

Espontáneamente, en unas cervezas con unos amigos, quizás me tenga que comer mis palabras, pero me salió desde dentro esta afirmación en tiempos de COVID:

-He asumido toda mi vida riesgos, incluso para mí la muerte en algunos momentos hubiera sido un descanso, pero si contagio a mis padres y se mueren el que no puede vivir soy yo.

Veo a Suso y Ramón callados y tan pensativos.

-Vosotros tenéis hijos y tenéis que vivir por ellos. A mí me da lo mismo, prefiero asumir riesgos, aunque depende también que riesgos. Tengo atracción por adentrarme en el mar, y en Australia estaba tan lejos que vino un helicóptero avisándome que había fuertes corrientes… “Don´t worry, que feliz incrustado en ese océano Pacífico, que paz”.

Para ser preciso, hay riesgos que me atraen, otros no: no hay más riesgo que endeudarse o hipotecar la vida de uno, casarse, tirarse en paracaídas o hacer puenting para aquellos que odiamos las alturas.

En cambio el riesgo de coger la mochila y buscarse la vida es algo que me apasiona. Me hizo gracia una apuesta que hice al comenzar a trabajar en una fábrica en Manchester: visitar y conocer los lugares y a las gentes más chungas. Parecía de película estar entre gánster, presos del IRA o fábricas de okupas, etc… Tengo que reconocer que me he sentido más seguro entre ladrones o asesinos que entre “santos” y “dioses”.

Se asocia la vida segura o sin riesgo a sacarse una oposición y trabajar toda la vida para el estado. Aunque no considero precisamente tranquilo trabajar en un quirófano, dar clases a 30 o 40 mochuelos ensimismados por el móvil o irse de misión a un lugar en guerra o…

Creyendo que al artista le atrae el riesgo, fui a escribir este texto a la facultad de Bellas artes, y en la mesa de al lado escucho una conversación de unos estudiantes que si tenían pinta de artistas con tatuajes, pendientes, rastras o pelos de colores...

-Quiero ser como la catedrática, trabaja dos horas dando clases durante tres días a la semana y gana 4000 euros al mes, además no se complica la vida, le proponemos que se involucre en proyectos y no nos hace ni caso, lo que le interesa a ella es el mobiliario de su chalet.

-Bueno, se lo ha ganado, nadie le quita su inteligencia y esfuerzo para estar donde está.

-Su padre es catedrático, hay mucha gente que vive del cuento y lo de costar llegar, hay a personas que por sus red de contactos les cuesta menos, habiendo factores  que son más importantes que valía o esfuerzo.

Yo creía que de la necesidad surgía el arte, y parece ser que lo que quieren estos estudiantes de Bellas Artes es trabajar poco, ganar mucho y tener un trabajo seguro. Eso es lo que quieren y por lo que luchan la mayoría de los mortales, basta de ser Quijotesco.

Es verdad que el dinero da seguridad y el no tenerlo o deberlo conduce a una vida de riesgos que como una bola de nieve puede multiplicar problemas y haga que vivir en el alambre sea una constante de vida, hasta que caemos.

En época romana los altos funcionarios del imperio como premio a su trabajo y lealtad eran premiados con una jubilación dorada en Mérida, lugar de ensueño a las orillas de Guadiana, con muy buen clima y ciudad con todos los espectáculos, servicios y bienestar que otorgaba Roma a sus PATRICIOS.

Con el paso de los años la Junta la hizo capital de Extremadura y su administración radica aquí. Me chocó un viernes al mediodía a la salida del trabajo como cruzaban ese puente milenario como si fuera de una manada de elefantes esos trabajadores de la administración que me recordaban a ese poema de Miguel Hernández “Los hombres viejos”.

Me identifico más que con los patricios con Espartaco o Séneca y ese espíritu de lucha, rebeldía o genialidad de héroes a lo que llevaremos siempre con nosotros. ¿Confort o riesgo? ¿Encajar o no encajar? ¿Estar en el rebaño o fuera?

Esta cita de Sábato es sagrada para mí: “La dura realidad, es una desoladora confusión de hermosos y torpes realizaciones, pero siempre habrá algunos empecinados, héroes, santos y artistas, que en sus vidas y en sus obras alcanzan pedazos del Absoluto, que nos ayudan a soportar las repugnantes relatividades”.

¿Para ser héroe, santo o sabio hay que asumir riesgo? Creo que sí, es el camino hacia la eternidad.

FANTASMAS AL TELÉFONO

Hay gente exitosa, feliz, rica, guapa y con dinero que no paran de llamar a amigos, familiares, compis de trabajo o quien sea para dar fe de ello… Quizás a veces sea un dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.

Estaba escribiendo una poesía en una terraza de Príncipe Pío, buceando en mi interior, cuando se sentó al lado mío, justo lo que no soy yo…

En sus conversaciones telefónicas con familiares, amigos y ligues era una persona distinta de acuerdo a su interlocutor, era como esos camaleones que cambian el color de la piel de acuerdo al hábitat en el que se encuentre. A todos les llevaba la corriente, a todos decía lo que querían oír, a todos presumía de sus éxitos.

A sus tíos de lo mucho que quería a su padre y la pena de que no pudiera estar disfrutando de lo bien que le iba a la vida a su hijo…

-Tíos, tenéis que venir al piso que me he comprado en frente del Palacio Real. Es una pena que mi padre haya fallecido y no lo pudiera ver, con lo que le hubiera gustado.

-Mi padre falleció por que los de la residencia lo ocultaron todo, y cuando se quisieron dar cuenta la mitad de los residentes estaban muertos…

-Es un crimen y van a pagar por ello. Los he denunciado y me tienen que pagar por lo que han hecho, la vida de mi padre no tiene precio.

Llamó a un amigo y le habló de su éxito profesional, de lo que ganaba y de lo que follaba, pues para macho él…

-Me han ascendido otra vez, hasta me he comprado un piso en frente del Palacio Real.

-Tengo a más de 200 a mi cargo, y se nota que cuando despides a algunos sube el rendimiento, los tengo a todos acojonados…

-¿Te lo ha dicho el cabrón? Yo no despedí a mi hermano, él es un pesetero y se ha ido a Canarias para ganar más…

Pensaba entre mí, que yo a un tío así por no verlo me iría donde fuera.

-Desde que tengo el piso es un picadero, no paro de follar, ayer estuve con una a la que acabamos de contratar, te tengo que enseñar los curriculum que tengo seleccionados, parecen modelos. Se quedó alucinada con las vistas del piso y como no, con mi “DICK”… ¡Ja, ja, ja, ja!

-Hoy he quedado con la de recursos humanos, otra que va a pasar por la piedra, nos llevamos muy bien, como despido a tantos le facilito su trabajo.

-Ya viene Sonia, cuando me dejen las mujeres ya quedaré con vosotros, os quiero

Y llego Sonia, la de recursos humanos, con ganas de ir al picadero con vistas al Palacio Real.

Nuestro “amigo” la quiso invitar, pero ella no quería nada, para poder visitar el aposento del rey del mambo cuanto antes.

Esta mujer, yo no sabía si era de recursos humanos o arquitecta. Empezaron a hablar de pisos, chalets en la playa y casas en el pueblo. Parecían constructores hablando de reformas, materiales, muebles, pintura, decoración…

Hicieron buen inventario de las propiedades de los dos, de las futuras obras o reformas, y así pasaron la tarde.

Él se bebió una caña y ella nada. Para todo lo que tenían, no tiraban la casa por la ventana. Dios los cría y ellos se juntan, y salieron hacia el piso en frente del Palacio Real.

Yo seguía bebiendo, y escribiendo poesía, cuando llegó un chaval a ofrecerme un porro al verme solo. Vente con nosotros ¿Quién no se droga a estas horas de la noche?

Que verdad la de Serrat: “Cada loco con nuestro tema”

NO SON TIEMPOS PARA LA LÍRICA

Estoy en una terraza y oigo a unos chavales decir en referencia a Trump, comentario que puede ser extensible a muchos mandatarios: “El obje...