LEVANTAR LA LIEBRE

Joaquín Sabina: “Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena”.

En esta vida hay trampas, mentiras o cosas ocultas que se perpetúan, y cuando alguien levanta la liebre y saca a relucir la verdad en vez de ser premiado o valorado es atacado a degüello y culpabilizado de lo destapado…

En esta vida hay personas, Dioses o ídolos a los que nadie puede tocar. Y los que los desenmascaran y denuncian sus fechorías o tocan su imagen son quemados en la hoguera o condenados de por vida. Al poder y al poderoso que nadie los toque. Todo se permite, todo se les permite.

Tengo un amigo, quizás demasiado honesto para trabajar en el sector financiero, que en la crisis de Lehman Brothers destapó que había una serie de deudas no cobradas y que no figuraban en contabilidad, y levantó la mano a fin de que se reclamasen y cobrasen dichas deudas.

La dirección lo pasó al despacho y le culpabilizaron de aquel desaguisado que perduraba años y años. ¿Cómo ha podido pasar?

-Esta deuda data de cuando yo estaba en la universidad. Todos ustedes estaban aquí, así que soluciónenlo ustedes, es viernes y me merezco unas cervezas.

A mi amigo, un contable honesto, se le puso la cruz y desde ese día empezar a cavar su tumba.

Estamos en época de pandemias y lo peor que puede hacer un país es reconocer una cepa del virus, se le aísla y estigmatiza, como a Sudáfrica con la variante Omicron, con pruebas de que antes apareció en otros países como Holanda o la gripe española cuyo origen fue en Fort Rile en Kansas y se nos hecho el muerto a los españoles como castigo a no participar en la primera guerra mundial.

Problemas que se van escondiendo, ocultando o postergando hasta que pasa algo y salta la liebre. Pues quien está en esos momentos o no se entera o prefiere que el problema se lo coma otro.

Algo parecido es la deuda. Muchas personas, familias, empresas o países viven por encima de sus posibilidades debiendo, debiendo y debiendo aún más. Hasta que un buen día, se produce una cadena de impagos, que acaba en desastres, caos o guerras…

Está muy extendido la idea entre gobernantes o consejos de administración de endeudarse y cuando venga el siguiente que lo devuelva o lo pagué…

Me acuerdo cuando con una amiga le hablaba del acierto de Carmena de reducir a la mitad la deuda del ayuntamiento de Madrid.

-Tonta ha sido, los próximos que vengan gastarán lo que ella ha ahorrado.

Y Mar tenía razón… Hay que gastar, gastar y gastar y gastar, que por el medio algo se quedará.

Otro amigo se compró un piso enorme, y como el banco le dio más dinero, además se compró un cochazo y se fue con Curro y su familia de viaje al Caribe. Le comenté.

-¡Joder Kiki! Ahora sí que podemos decir que eres rico…

Mar se quedó alucinada ante mi comentario…

-Es más pobre que nunca, debe más que nunca.

Deudas, problemas, mentiras o poderosos pueden eternizarse, aunque en verdad nada es eterno. O salta la liebre o todo cae por su peso.

LA PEOR PANDEMIA EL EGOÍSMO

Desde el punto de vista económico hay quien dice que siendo todos egoístas y persiguiendo cada uno nuestros intereses se consigue llegar a un equilibrio.

Entre egoísmo y clientelismo, me quedo indiferente…

Reagan, Margaret Thatcher y desde entonces otros muchos han utilizado el Equilibrio de Nash como base de su economía: “cada jugador conoce y adapta su mejor estrategia conociendo la de los otros, por lo que cada uno consigue el mejor resultado condicionando su acción a la de los demás”. Esta teoría de juegos es aplicable a particulares, empresas o países.

Ni como economista, ni como persona me siento identificado con que el interés particular o egoísmo nos lleven a un equilibrio.

Decían que esta pandemia nos haría mejores, y nos ha hecho más egoístas, sálvese quien pueda. Nietos imprudentes contagiando abuelos, aislamiento de los ancianos en las residencias, desigual distribución de vacunas en el planeta..

Vemos como personas o instituciones generosas con valores sucumben a la vida y personas egoístas “triunfan”, pues no les importan nada ni nadie, solo SU YO, sólo ellos…

Si te mueres o me muero les da lo mismo. Si sufren o enferman les da lo mismo. Incluso el estar “por encima del resto” es su finalidad en esta vida.

El aprovechamiento o utilización del otro es su medio. El egoísmo es un cáncer para cualquier grupo, empresa o país…

Hay quien ama el hacer el todo por los otros, pero a veces uno se tiene que proteger de los egoístas.

Como entrenador de fútbol en un entrenamiento prohibí pasar el balón a un “chupón”, y desde entonces se dio cuenta de que necesitaba a los demás si quería destacar.

Seguiré empeñado en luchar contra el egoísmo, seguro que perderé, pero de lo que estoy seguro es que el egoísmo no me va a enterrar: “que se peleen ellos”.

NO SON TIEMPOS PARA LA LÍRICA

Estoy en una terraza y oigo a unos chavales decir en referencia a Trump, comentario que puede ser extensible a muchos mandatarios: “El obje...