QUE NECESARIO ESE APOYO

Que necesario este apoyo, en este momento, sin pedirlo y te acuerdes de mi

¡Joder! Nadie somos tan fuertes, infranqueables o perfectos para aguantar, sobrellevar o solucionar todo lo que nos venga.

Necesitamos del otro, y el otro necesita de nosotros…

A veces ese apoyo, esa asesoría, esos cuidados, esa resolución de problemas tiene un precio y se puede pagar.

Otras veces el sentirnos apoyados por un amigo, un familiar, un compañero o un ángel que se ha cruzado en el camino, no tiene precio.

Esos apoyos cuando más los he necesitado son las auténticas deudas que tengo en mi vida. Sois yo, formáis parte de mí, me distéis todo. Si me necesitáis, siempre estaré aquí

CRUZANDO LOS DEDOS

Últimamente cuando hago planes, quiero hacer algo o quedo con alguien cruzo los dedos para que no pase nada, y pueda proseguir mi viaje por la vida…

Que nos respete la salud, que no surjan imprevistos o que ese nuestro tiempo sagrado no sea hecho preso por el destino, por las circunstancias, personas o accidentes que nos podamos cruzar en nuestro caminar, en nuestro vivir.

Cruzo los dedos para no lesionarme cuando hago deporte; los vuelvo a cruzar en una relación difícil con mi pareja donde el día a día cada día es más complicado; los vuelvo a cruzar a ver si encajo en mi nuevo trabajo, y sigo cruzando esos dedos para que los míos tengan esa salud sinónimo de felicidad.

Toco madera para que no pase nada malo, y la suerte nos sonría…

Que no pase nada quiere decir que tenemos vía libre para seguir viviendo, el camino despejado para seguir haciendo camino al andar, y lo que pase pasará.

Ojalá pase algo

que lo cambie todo.

Cruzo los dedos,

es un milagro.

 

Ese algo,

es que no pase nada.

Cruzo los dedos,

y poder vivir ese mañana.

 

Ese todo,

es ser dueño de mi sino.

Toco madera,

que no me traicione el destino.

 


Que ni me obligue

a hacer lo que no quiero

y estar donde no quiero estar.

Cruzo los dedos,

quiero escribir, escribir y escribir,

a eso le llamo PAZ.

 

Después de tanta guerra,

tanta enfermedad

y obligaciones impuestas.

Cruzo los dedos,

sólo espero vivir a mi manera.

 

Libre,

solo,

sin ataduras.

Cruzo los dedos

mientras abrazo mi mochila

y mi libreta.

NO SON TIEMPOS PARA LA LÍRICA

Estoy en una terraza y oigo a unos chavales decir en referencia a Trump, comentario que puede ser extensible a muchos mandatarios: “El obje...