Últimamente cuando hago planes,
quiero hacer algo o quedo con alguien cruzo los dedos para que no pase nada, y
pueda proseguir mi viaje por la vida…
Que nos respete la salud, que no surjan imprevistos o que ese nuestro tiempo sagrado no sea hecho preso por el
destino, por las circunstancias, personas o accidentes que nos podamos cruzar en
nuestro caminar, en nuestro vivir.
Cruzo los dedos para no
lesionarme cuando hago deporte; los vuelvo a cruzar en una relación difícil con
mi pareja donde el día a día cada día es más complicado; los vuelvo a cruzar a
ver si encajo en mi nuevo trabajo, y sigo cruzando esos dedos para que los míos
tengan esa salud sinónimo de felicidad.
Toco madera para que no pase nada
malo, y la suerte nos sonría…
Que no pase nada quiere decir que
tenemos vía libre para seguir viviendo, el camino despejado para seguir
haciendo camino al andar, y lo que pase pasará.
Ojalá pase algo
que lo cambie todo.
Cruzo los dedos,
es un milagro.
Ese algo,
es que no pase nada.
Cruzo los dedos,
y poder vivir ese mañana.
Ese todo,
es ser dueño de mi sino.
Toco madera,
que no me traicione el destino.
Que ni me obligue
a hacer lo que no quiero
y estar donde no quiero estar.
Cruzo los dedos,
quiero escribir, escribir y
escribir,
a eso le llamo PAZ.
Después de tanta guerra,
tanta enfermedad
y obligaciones impuestas.
Cruzo los dedos,
sólo espero vivir a mi manera.
Libre,
solo,
sin ataduras.
Cruzo los dedos
mientras abrazo mi mochila
y mi libreta.