Dice la biblia aquello de que se haga tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Sin ser Dios, tengo su mismo deseo, ojalá sea dueño de mi voluntad.
El pensamiento de que lo más
importante del ser es la voluntad me vino cuando mi padre, una vez superado el
derrame cerebral, y recuperada visión, movilidad o memoria. Lo que de repente
pasó me hizo cambiar la perspectiva de mi vida para siempre.
Estaba con el azadón quitando
maleza del corral, cuando veo a mi padre aparecer con la horca…
¡Ha partido de él, lo ha hecho él porque ha querido..!
Cuando en toda la recuperación
iba haciendo lo que le decíamos mi madre y yo sin rechistar. Ha vuelto a ser
él, ha recuperado su voluntad.
En mis pensamientos fui más allá
y pensé en que persona era dueña de su voluntad.
-Hijos marcados por sus padres.
-Mujeres sometidas a sus maridos.
-Hombres supeditados a los
caprichos de su señora…
-Trabajadores pillados de los
huevos…
-Empresarios atrapados en deudas,
gastos, inversiones…
-Soldados presos de una guerra.
-Famosos presos de las cámaras.
-Cuidadores condicionados por los
enfermos a los que cuidan.
-Enfermos condicionados por la
salud.
-Personas que endiosan a su
cuerpo.
-O yonkis que no pueden vivir sin las drogas.
-Yonkis del dinero sin saciedad.
También los hay que compran la voluntad de los otros y se hacen poderosos marcando el destino de tantas y tantas almas:
-Los que llevan a la guerra a su
pueblo.
-Los que quieren dominar a los
demás.
-Los ciudadanos, cuando son
clientes del estado, y en ese a ver quién da más, se venden por interés propio
al mejor postor.
Todos se venden y venden su
voluntad… ¿A qué precio?
¡Que placer coger la horca!
Hacer un montón
y poderlo quemar.
La mala hierba,
que no deja florecer la verdad.
¡Qué placer coger el boli!
Escribir
y reflexionar.
Mi voluntad no está en venta,
pensarlo bien,
si me la queréis comprar.