Lao Tsé: “Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres un día. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida”.
Eso mismo pensaba un padre que hablaba acerca
de la educación y el acceso al mercado laboral de su hijo…
-No le des pescado, enséñale a pescar.
-Ya le he dicho que aunque tarde en aprobarlas se prepare unas oposiciones.
Eso no es enseñarle a pescar, es mostrarle un
remanso lleno de peces donde nunca pasará hambre.
Quizás ese hijo se lance al mar abierto en
busca de peces, a pesar de ese gran oleaje, corrientes o tiburones.
Lo que si tengo es un gran agradecimiento a
los que me han enseñado, no hay mejor regalo que una enseñanza, que el aprender…
Y odio tanto a aquel que no me ha querido
enseñar o se ha guardado información que me hubiera sido, es o será útil.
Tenía un jefe, un HP, que después de resolver
un trabajo, dándole un millón de vueltas a la cabeza , habiéndome pasado noches
sin dormir.
-Fernando, tú lo sabías, no me jodas. En vez
de ayudarme, me querías confundir y llevar por otro camino… ¡No me jodas!
-Goyo, tienes que aprender una lección... “El
mejor gestor es el que no da información”.
De buena gana le hubiera dado un par de hostias.
¿Es bueno transmitir conocimiento?
¿Información? ¿Ayudar? ¿Facilitar las cosas? ¿Hacer felices a los demás?
Prueba, ya me contarás…
Jean-Paul Sartre: “Trata de amar al prójimo.
Ya me dirás el resultado”.
Donald Trump: “Sepa exactamente lo que quiere lograr y guárdeselo para sí”.