ENSEÑANDO A PESCAR

Lao Tsé: “Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres un día. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida”.

Eso mismo pensaba un padre que hablaba acerca de la educación y el acceso al mercado laboral de su hijo

-No le des pescado, enséñale a pescar.

-Ya le he dicho que aunque tarde en aprobarlas se prepare unas oposiciones.

Eso no es enseñarle a pescar, es mostrarle un remanso lleno de peces donde nunca pasará hambre.

Quizás ese hijo se lance al mar abierto en busca de peces, a pesar de ese gran oleaje, corrientes o tiburones.

Lo que si tengo es un gran agradecimiento a los que me han enseñado, no hay mejor regalo que una enseñanza, que el aprender

Y odio tanto a aquel que no me ha querido enseñar o se ha guardado información que me hubiera sido, es o será útil.

Tenía un jefe, un HP, que después de resolver un trabajo, dándole un millón de vueltas a la cabeza , habiéndome pasado noches sin dormir.

-Fernando, tú lo sabías, no me jodas. En vez de ayudarme, me querías confundir y llevar por otro camino… ¡No me jodas!

-Goyo, tienes que aprender una lección... “El mejor gestor es el que no da información”.

De buena gana le hubiera dado un par de hostias.

¿Es bueno transmitir conocimiento? ¿Información? ¿Ayudar? ¿Facilitar las cosas? ¿Hacer felices a los demás?

Prueba, ya me contarás…

Jean-Paul Sartre: “Trata de amar al prójimo. Ya me dirás el resultado”.

Donald Trump: “Sepa exactamente lo que quiere lograr y guárdeselo para sí”.

ME LA REFANFINFLA

¿Qué os la refanfinfla? ¿Quién os la refanfinfla? ¿Quién no os da lo mismo? ¿Qué situación pasáis de ella?

Antes me la refanfinflaba muchas más cosas, a muchos mandaba a tomar por culo, rehuía y evitaba situaciones…

Ahora soy más susceptible a todo, y no puedo controlar ese inconsciente que se quiere revelar.

Preocupado por esta extrema susceptibilidad del subconsciente y esperando una consulta médica, una niña me dio una gran lección.

No sé qué hizo Martina, que su madre la regañó, ante lo cual la chiquilla se reía, a pesar de la gran bronca.

-No te rías, que la has liado parda, como te pille papá.

Martina muy salada, se da la vuelta, se pone a mover el culo y se mofa…

-Chincha, chincha, chincha…

La madre no podía más, no se puede contener y le da una bofetada.

La niña se ríe y se envalentona:

-No me duele, no me has hecho daño…

Sale corriendo, y se vuelve a dar la vuelta, y a menear el culo…

-Chincha, chincha, chincha…

La madre desesperada me cuenta:

-No puedo con ella, la riño, y ni caso, ayer me rompió la pantalla del móvil, ahora me ha tirado todo el café encima y me he tenido que cambiar… ¿Qué hago con ella?

¿Y qué hago yo conmigo y mi susceptibilidad, que cualquier cosa me afecta tanto?

Tantos pasotas, pasan de todo, y como no se arriman, nunca les pillará el toro.

Tantos escaqueaos, tantos que no hacen nada, y son los más valorados.

Tantos listos, con esas espaldas tan anchas, aunque les pase mucho, a ellos no les pasa nada.

NO SON TIEMPOS PARA LA LÍRICA

Estoy en una terraza y oigo a unos chavales decir en referencia a Trump, comentario que puede ser extensible a muchos mandatarios: “El obje...