DISCAPACIDAD e incapacidad se
complementan, caminan separadas, pero se comprenden como lo hacen dos buenas
hermanas.
Tengo un amigo, David Carretero,
que después de venir de la guerra de Kosovo, ha perdido la memoria, la confianza en la gente, aún sigue viendo fantasmas de guerra, en ocasiones se
bloquea, deja de pensar y la velocidad a la que vive es mucho más lenta.
El cabo Carretero, dejó el ejército
y prefirió compartir su tiempo junto a amigos con discapacidad a seguir oyendo
bombas y balas blancas para ovejas negras. Siendo un “INCAPAZ”, podría ponerse
en el lugar de los alumnos de educación especial.
Kosovo lo marcó. Saltando en pértigas
sobre las minas, andando en cementerios humanos recogiendo cadáveres y
asistiendo a tanto mutilado y herido. Se acuerda de aquel manco que se quería
poner de portero o aquella niña sin pierna siempre junto a su perro al cual adoraba.
Él era alegre, energético, vital,
a todas horas junto a gente, con las que disfrutaba aprendiendo, enseñando, COMPARTIENDO. Pero la guerra
lo sepultó, le quitó la alegría, le hizo huir de la gente y sus capacidades desaparecieron
de por vida. Al cabo Carretero le quedaba el consuelo de sus hijos, ellos lo
adoraban, pues su padre sigue siendo un niño. Con el balón, haciéndole
cosquillas o jugando al dominó.
El cabo está aprendiendo a ser
profesor con niños diferentes a los que el destinó les unió. Me contaba que
después de una excursión, ayudó en una redacción donde se relatase lo visto ese
día. Un niño con dislexia, otro con autismo(asperger) y el tercero con déficit de atención. El profe Carretero los comprendió pues él se bloquea, le cuesta concentrarse y
tiene alergia a la gente.
El niño autista se acordaba de
todo y repetía todo al detalle, mientras David enfatizaba estas ideas para que
el resto lo transcribieran en papel, y corriendo, borraba con una goma las letras erróneas
fruto de la dislexia, para hacer que no se bloqueara aquel niño y pudiera
seguir avanzando hasta llegar al final. Se unió la incapacidad y discapacidad y
todos juntos lo pudieron lograr.
David Carretero siempre ha sido
muy deportista, pero para él lo más importante es usar el deporte para integrar:
kosovares y serbios, negros y blancos, niños y niñas, hacer a todos participes
de la comunidad. En Kosovo tanto herido, tanto mutilado, ese poco a poco para
irse recuperando: primero andando, después corriendo, hasta saltando. Había
quien no podía, el caso era intentarlo.
El cabo Carretero llegó a España
con los músculos bloqueados. Nadie comprende que no pueda correr, pero sistemas
nerviosos, muscular y óseo están tocados, a veces funcionan y otras no.
A amigos con discapacidad les
hace juegos para que ganen coordinación en piernas y brazos, controlen su
respiración, relajen sus músculos, dosifiquen sus esfuerzos. Al principio no saben
correr, no controlan el balón, a veces se pelean entre ellos y se caen. Hay que
ir despacio: piano, piano, pero avanzando. La vida es un juego y como se
aprende es jugando.
El líder coge a los mejores, el
profesor se centra en los alumnos más aplicados, el rico margina al pobre y los
que han alcanzado “el éxito” desprecian a los “fracasados”. David es un “Incapaz”
que no deja a nadie aislado. Apoya, ánima y refuerza al que menos puede. Seamos
mejores o peores todos tenemos derecho a subirnos al barco, hay espacio para
todos. Mi amigo, el cabo Carretero, después de tantas guerras, asegura que la
MALDAD es nuestra peor discapacidad.
Este texto tiene su semilla en las enseñanzas de mi profe y compañeras en los estudios a para Atención de Alumnos con Necesidades Especiales y lo que me han aportado las personas DIFERENTES en un mundo de clones.
ResponderEliminarEnhorabuena por el texto Grego.
ResponderEliminarEn verdad que visibilizar personas, situaciones y comportamientos nos puede hacer mejores a todos en tantos y tantos ámbitos de la vida... Hacer que seamos más felices y que otras personas lo sean...
EliminarComprendo muy bien la incapacidad de Carretero, tras volver de la guerra de Kosovo y, lo comprendo aún más después de haber visitado Dubrovnik, Montenegro y sobre todo, Bosnia Herzegovina. un fortín donde no sería extraño que todo volviera a estallar. Tienen un idioma común y... los de sus religiones. Un puente que debería unir la ciudad y la desune, nadie que viva en una parte es capaz de cruzar hasta la otra. Es como si todos fueran disléxicos y estuvieran discapacitados
ResponderEliminarpara ofrecer un abrazo.
Quien vive una guerra le cambia la visión de la vida... La falta de respeto entre culturas, religiones o nacionalidades y el no saber convivir INCAPACITA a la vida de los ciudadanos de muchos lugares del planeta...
EliminarJavier Fesser: "Las personas con discapacidad están tan acostumbradas a moverse entre diferentes, que continuamente nos están dando lecciones de como aceptar a los demás tal y como son. Ellos no conciben el concepto de “diferente”."
ResponderEliminarRicardo Ten: "La discapacidad no es una incapacidad".
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