COMERSE UNO SUS PALABRAS

Agradecer a aquellos que hacen comerme mis palabras, que me frenan o me hacen entrar en razón. Ellos son mis ángeles, pues soy demasiado borrico, cigarra y a veces suelo tener poco cuidado o falta de tacto.

Después de un tiempo en el pueblo vine a Madrid con unas ganas de disfrutar de tantas y tantas cosas, sin percatarme que había un virus, y como era, y es, este bicho. Como decía Fraga, vine con el pensamiento de que la calle era mía.

Ya el miércoles 11M fui al centro de Madrid para ver al Atlético en Anfield. Ya sin clases, comprobé por la mañana como estaba el parque lleno de abuelos con nietos, por la tarde las calles de Madrid parecían una fiesta pagana de estudiantes con terrazas llenas, colas en los pubs, pelotones de “riders” que a gran velocidad llevaban los pedidos a las casas.

En la puerta de la biblioteca de Puerta de Toledo había más gente que nunca, totalmente abarrotada… ¿Pero no están cerradas las bibliotecas? “Si, pero venimos para conectarnos al WI-FI supersónico”. Me sorprendí de este uso.

Yo, como un buen Paco Martínez Soria que venía del pueblo, no daba crédito a lo que veía… Y no paraba de enviar fotos con comentarios graciosos a amigos… Como mola Madrid, salga el sol por Antequera, VIVA LA PEPA…

Unos callaban, otros me seguían la corriente, pero Javi y Ana, me pusieron los pies en el suelo: “SOIS UNOS IRRESPONSABLES”. Ana me enviaba un mensaje de una amiga que estaba en Italia que temía que pasara lo mismo en nuestro país.

¡Gol del Liverpool!¡Qué pena, siempre lo mismo! ¡Gol, gol y gol del Atletico!... Resistiendo, encerrados y saliendo poco, ganaron a un equipo que parecía invencible.

Siguió la noche, las celebraciones y la fiesta. Ya en el metro leía a Javi y Ana, que no me lo tomará a cachondeo. "Cuando llegues a casa dúchate, mete la ropa en bolsas y todo a la lavadora en cuanto te levantes".

Llegué a casa, e hice lo que dijisteis… GRACIAS AMIGOS… amigos en mayúsculas.

Ante lo que venía y visto que todo Madrid salía a las playas y a los pueblos, le comenté a Miguel la idea de volver al pueblo para cuidar de mis padres, y como buen profesor me dio una lección de vida: “Ni se te ocurra VOLVER, como nos movamos a todos los pueblos, y con la población tan envejecida, muchos personas de elevada edad se van a contagiar”… Así lo hice. GRACIAS COMPAÑERO DEL ALMA, COMPAÑERO.