NO PUEDO

A veces habéis sentido que NO PUEDO, aunque antes habéis podido.

A veces es mental, a veces no se puede de verdad, a veces con tiempo se puede intentar de nuevo el llegar allá donde queremos llegar.

Haile Gebrselassie, uno de los mejores atletas de todos los tiempos, comentaba que el habría sido el primer hombre en bajar de las tres horas en maratón, pero cada récord era mucho dinero, y lo iba bajando segundo a segundo. Hasta que le llego una lesión y se acabaron los récords y el reto de rebajar la barrera mítica de las tres horas, la lesión lo retiró.

Hay momentos que nos parten la vida: físicamente, salud, profesionalmente o emocionalmente dándonos cuenta que nunca volveremos a ser los de antes.

A nivel mental hay situaciones terribles: adicciones, alcoholismo, casos de locura, desenfreno, fobias, depresiones, crisis de ansiedad, suicidios… ¿Cómo se puede salir de este no puedo?

Lo hablaba con un amigo cuyo hermano permaneció dos años en cama sin querer salir de su habitación por una brutal depresión.

Yo que he estado un poco bajo en algunos momentos de la vida, se lo que es ese salir poco a poco, tanto a nivel de sociabilidad, profesional y en sensibilidad.

Esa negatividad que ha destrozado a una persona necesita transformarse en una positividad que lo levante, siendo necesario un refuerzo paulatino y continuo.

Un jugador de fútbol después de una grave lesión necesita recuperarse poco a poco, empezando por jugar pocos minutos, para progresivamente jugar más y más minutos, más y más partidos, pero poco a poco, afianzándose y quitándose miedos.

Hay personas que deberían ir poco a poco, trabajando pocas horas, y poco a poco más, o reiniciar la actividad con tareas más rutinarias y fáciles para progresivamente aumentar su complejidad.

Nada es fácil, y más, cuando se ha tocado fondo, pero la única forma de salir del fondo es INTENTÁNDOLO, probando y descartando…

Muchas veces el NO PODER no es por miedo, incapacidad, el ser menos que los demás o el qué dirán. Ese no poder es más incomprensión, falta de tiempo o falta de ilusiones o motivación.

Puedo,

yo lo sé,

querer

es poder…

 

Quiero

que me dejen a mi aire,

que me den tiempo,

que me dejen ser yo…

Luego responderé…

 

Ayer fui

lo que fui.

Mañana seré

lo que seré…

 

¿De quién depende?

Creo que de mí,

aunque no lo sé…

ERUPCIÓN DE PALABRAS

Muchos poetas nos sentimos como volcanes, donde llegado un momento, tenemos que echar nuestra lava, nuestro fuego, nuestras palabras.

La poesía es lava, el poeta un volcán, convirtiéndonos en cenizas sobre las que tu caminarás.

Cuando visité el Etna se hizo un camino entre medio de la lava que se podría visitar subido en un autobús. Yo prefería andar entre la lava, nunca había sentido nada igual…

Verso tras verso…

El fuego de la vida

me quema,

no lo quiero.

 

Arrojo mis cenizas,

mi lava,

mi fuego…

 

Bajan laderas

como chorros de sangre,

de ese poeta que necesita una transfusión,

está enfermo…

 

Que necesario renovar esa sangre,

sangre como tinta del poeta,

escribiendo sus versos en aquella ladera.

Después de subir al cráter no encontraba el camino de vuelta, el suelo estaba ardiendo y mi autobús de vuelta a Catania tenía hora.

Me encontré con una pareja de locos como yo que eligieron la lava como autopista.

No encontramos la salida, pero vimos el último autobús a lo lejos y con él nos orientamos de donde estaba el camino de vuelta.

Había perdido el último autobús hacia Catania. ¿Tendría que dormir aquella noche junto al volcán y su lava?

No, Simone y Daniela, tenían el coche en la ladera y me llevaron a Catania. Como todos los sicilianos son mundos aparte, surgidos del Etna, cuya lava ha inundado el mundo de alegría, romanticismo y poesía… Por algo dicen ellos, esto no es Italia, es Sicilia…

NO SON TIEMPOS PARA LA LÍRICA

Estoy en una terraza y oigo a unos chavales decir en referencia a Trump, comentario que puede ser extensible a muchos mandatarios: “El obje...