CAOS

Poned esta palabra: CAOS, y en mayúscula, veréis como es lo primero que llama la atención, la primera palabra que lee la gente. El caos es lo que destaca sobre todo.

Caos económico, caos político, caos en la familia, caos en la empresa, mi caos, tu caos, el caos.

Tenía una amiga, Bárbara, una mujer muy valiente.

El supervisor era cobarde, muy pelota y nunca se quejaba a la dirección.

Hubo un fallo informático, programación errónea que mandaba gastos a la cuenta de ingresos y los ingresos a las cuenta de gastos.

En vez de quejarse y corregir el error informático, mando a Bárbara que uno a uno cambiara los importes de una cuenta a otra de manera manual.

Era viernes, y después de dar las ocho, las nueve y las diez durante toda la semana y viendo como este error era una bola de nieve que iría a peor envió un correo electrónico y puso remitente a toda la empresa.

Explicó lo que estaba pasando y aquello que se debería corregir.

“Esto es un CAOS, y en Navidad con el aumento del volumen, será tal el CAOS que ni Papa Noel con todos sus enanos lo van a poder solucionar”

La secretaria del director general vio aquello de caos, y se lo enseñó… ¡La qué se lio!

-Bárbara, la que has liado, si hoy no te han echado no te echarán nunca.

Al día siguiente todo estaba solucionado. El programador cambió dos líneas, dos comandos, hizo que los gastos fueran a gastos e ingresos fueran a ingresos. Era tan fácil todo.

Más vale prevenir que curar, corregir errores lo antes posible y solucionar problemas rápidamente. Es mejor anticipar el CAOS antes de que ocurra.

Friederich Nietzsche: “Uno debe tener aún algo de caos dentro, para dar a luz a una estrella danzante”.

NO SON TIEMPOS PARA LA LÍRICA

Estoy en una terraza y oigo a unos chavales decir en referencia a Trump, comentario que puede ser extensible a muchos mandatarios: “El obje...