Siendo español entre extranjeros, me comentan que tenemos el hábito de quejarnos de todo y por todo… ¿Moda? ¿Costumbre?...Quien no llora no mama, la rueda que más rechina es la que recibe la grasa ¿Suele salir bien quejarnos?
Quizá ese dime lo que presumes y te diré de lo que careces, se transforma en un dime de lo que te quejas y te diré lo que quieres...
Nos quejamos porque el otro tiene
y nosotros no… ¿Por qué?
Nos quejamos porque el otro se equivoca… ¿Y nosotros?
Nos quejamos por cómo se
comportan… ¿Y yo?
Nos quejamos por lo bien que viven…
¿Te puedes quejar TÚ?
Nos quejamos por su morro,
escaqueo y chulería… Si se lo permiten o lo permites.
¿POR QUIÉN TE CAMBIARÍAS? Yo no lo haría por nadie y creo que nadie por mí.
Me quejo de muchas cosas y no
actúo, quizás el que las cosas no cambien es por mí.
Me quejo de muchas cosas y lucho
porque no sean así, que ostia que me meto contra esos gigantes con cara de
molinos… Me quejo de los golpes recibidos y de los que habré de recibir.
Me quejo de muchas cosas a las que me habitúo y no puedo cambiar. Mejor es casi NI PENSAR…
Me quejo de muchas personas que
no me dejan vivir, cuanto más lejos estén, más feliz…
Quejarnos no sirve de nada. Hay
que obviar, adaptarnos o luchar para cambiar.
Quejarnos y quedarnos quietos no
sirve de nada.
Es cierto,quejarse así a secas,no sirve.Solo puede servir puntualmente como desahogo,pero o haces algo al respecto o mejor te callas...
ResponderEliminarBuena apreciación. La queja debe ir acompañada de una acción, respuesta o denuncia... Sino no sirve para nada.
EliminarRosa María Rivera: "Antes decían que no debíamos quejarnos que debíamos sufrir resignadamente, luego decían que lo que callábamos nos enfermaba. Hoy dicen quéjate y olvídalo. Tampoco es cosa de seguir machacándote y machacando a los que nos rodean. Todos tenemos problemas y tampoco es bueno cargar a los demás con los tuyos. Todos necesitamos un poco de alegría, cuando alegras a los demás también te alegras tú".
ResponderEliminarChus López: "Pues a mi me gusta quejarme: me quejo de las desigualdades de salario entre hombres y mujeres, me quejo de la falta de oportunidades, me quejo de la gentuza que emponzoña el mundo, me quejo de la falta de solidaridad, me quejo de la injusticia y la esclavitud...
ResponderEliminarY me seguiré quejando.
Nos quieren callados y sumisos.
Hasta nos venden la idea de que quejarse es malo.
No al conformismo. Hay que quejarse"
Ismael Mejía: “Una mente débil se queja de todo… Una mente fuerte acepta, analiza y resuelve”.
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