Chus López: “Quizás la soledad sea el punto de partida para vivir nuevas aventuras”.
La soledad es el cero desde donde
empezar, pero también es el infinito donde mejor se pueda encontrar uno.
Uno se da cuenta que tiene tantas y tantas cosas, pero les sobra tantas otras…
¡Qué mundo! He transitado muchos
caminos y he elegido a la gente que me aprecia por lo que soy, ellos también me
han elegido a mí…
Gente que vibra, ovejas negras,
divagantes de la vida, jóvenes curiosos, viejos cabezones, mujeres indomables,
sabios en experiencias, personas exitosas a las que les han puesto la etiqueta de “fracasadas”…
Ahora escribiendo en soledad, acabo de
saludar a un amigo que antes era camarero aquí y ahora es cliente, y me uno a su grupo compartiendo
mesa, entusiasmo y cervezas… Tras y detrás de la barra sigue siendo el mismo.
Cuanto quiero escapar de este
mundo materialista, donde se juzga a las personas por su eslabón profesional,
por lo que tengan o por las apariencias… No por lo que se sea uno… Nadie que no sea leería este
texto… Ser o no ser, esa es la cuestión.
Reventé en el encuentro con un amigo, al cual hacía tiempo que no veía, pues sin ton ni son parecía que me hacia una entrevista de trabajo, así como repasar la trayectoria laboral del resto de amigos a los cuales no veíamos desde hace tiempo… Terminé la cerveza, deje la mesa y salí disparado…
Llega un momento en la vida donde
hay que dejar a un lado a personas que no nos llenan o aportan magia en nuestras
vidas.
A veces la concepción de la vida,
disfrute y motivaciones son tan diferentes. Hay que respetar a todos, pero que nos respeten todos.
Soy en cierto modo extraño,
acabando rayado o saturado con situaciones que no paran de repetirse. ¿Para que
ir al teatro? Cuando este mundo es un teatro.
Uno se cansa de personas repetidas, que repiten las mismas palabras, se comportan de la misma manera o bailan al son del mejor postor.
Amo esa paz, esa soledad, esa
tranquilidad…
Pero aún amo más a esos rebeldes
y sus guerras, a esos héroes anónimos o aquellos sabios o profesores de los que
uno tanto aprende y que nos han ido mostrado el camino.
ERNESTO SÁBATO: "La dura realidad, es una desoladora confusión de hermosos y torpes
realizaciones, pero siempre habrá algunos empecinados, héroes, santos y
artistas, que en sus vidas y en sus obras alcanzan pedazos del Absoluto, que
nos ayudan a soportar las repugnantes relatividades".
Y que devoción que le tengo a ese artista angustiado, existencial, desesperado, incomprendido en guerra contra el mundo y contra sigo mismo, que nos hacen penetrar en esa otra dimensión o nos permite conquistar esos pedazos de lo absoluto.