Don Quijote: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos
dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los
tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre: por la libertad, así como por
la honra, se puede y debe aventurar la vida”.
Tomando café con una amiga, y siendo muy
sincera conmigo me comentó que me veía muy DESCENTRADO.
No hay cosa más bella que pueden decir a un
caballero ándate quijotesco, que decirte “descentrado”… Lo percibí como una
señal de que por fin después de mucho tiempo me había centrado.
William Blake: “Si el loco persistiera en su
locura se volvería sabio”.
Hablamos de tantas y tantas cosas y se
mostraba tan perpleja… Le dije que ya no escribía, estaba seco.
-¿Te has quedado bloqueado?
-He escrito a libro por semana, pero de
repente llega un día que no te sale nada, pruebas otro y tampoco. Pero bueno,
ahora puedo pasar a ordenador cosas que he escrito, y hasta tengo tiempo para
poder pensar en publicar uno. La próxima vez que nos veamos te lo traeré.
-¿Y qué tal con el fútbol?
-No juego, ni me apetece. Tengo la muñeca
jodida y por precaución no juego. Pero estoy a un nivel competitivo tan bajo
que le he cogido fobia. Incluso tampoco me apetecen las cervezas con los
amigos al acabar, mis pensamientos van por otro lugar.
-¿Y de trabajo?
-Ya con 50, enviando curriculum, nada, pero
no preocupa, trabajo siempre hay…
-¿Y por qué no los coges?
-Jornadas partidas lejos, ya sabes las
distancias en Madrid. Prefiero tener tiempo para mí. Y hay otros trabajos que de
joven hubiera hecho, ahora hay cosas que con esta edad…
¡Ay la vida que paradoja!... Creo que ha
merecido la pena sacrificar salud, tiempo y dinero por una causa mayor… Y soy
feliz.
Uno ya está acostumbrado, aunque no se llega
a habituar, en que al ser diferente, la sociedad le menosprecie o trate por
tonto. Pero uno vale mucho y quizás perciba cosas que otros no perciben o pueda
disfrutar en mayor medida de gestos y cosas que otros no valoran.
En cambio yo soy el que desprecio a egoístas,
príncipes o reinas de Sabas a las que todos deben pleitesía y servicio eterno.
¡Ay la vida! Diferentes formas de verlas y
contarla.
A pesar de lo vivido y lo que me queda por
vivir creo que no me cambiaría por nadie, y quizás nadie por mí.
Eso sí, cada vez, estoy más susceptible, e
intento evitar sitios, momentos o personas.
Le comentaba a mi amiga lo bien que se queda
uno diciendo que no, o mandando a alguno que otro a tomar por culo que como
persona no se merece estar en mi vida. Se nota mucho el aprecio y desprecio, lo
real y lo falso, el sentimiento y apariencia.
Aprendo de muchos, los admiro y son estímulos para mí. Ojalá tuviera su vocación, pasión y vitalidad por esas cosas de la
vida. En cambio otros que conozco, me hacen ver lo que no quiero ser.
Mi amiga se fue, y a renglón seguido este
descentrado recibió ese estimulo necesario para volver a escribir.
Si has llegado hasta aquí y estás centrada en
la lectura es que has recibido el estímulo necesario para seguir leyendo.
Gracias por escucharme, es el mejor regalo y apoyo para un trovador.