NO PIERDAS EL TIEMPO.

Pepe Mujica: “Cuando yo compro algo, o tú, no lo compras con plata, lo compras con el tiempo de vida que tuviste que gastar para tener esa plata”.

Eso me suele decir mi madre: “No pierdas el tiempo”.

A veces aprovechar el tiempo es formarse, ganar dinero, conseguir hitos profesionales, disfrutar de eventos, espectáculos, vacaciones…

Pero todo es tan relativo. En mí caso momentos entre comillas “en blanco”, son el los que más he aprovechado el tiempo: voluntariado compartiendo momentos con gente tan especial, de mochilero en las antípodas, cuidando de lo que más quiero, estudiando y aprendiendo. Y con lo que más disfruto, ESCRIBIENDO.

Aún tengo mucho que aprender, el cuidar de los demás requiere continuidad, aún sigo siendo aventurero y el ayudar a los demás, por mucho que a uno le hayan dado por culo, es mi deseo.

El tiempo tuyo, el de los otros, merecen respeto… Lo podemos compartir, regalar, vender, comprar… Todo tiene su precio.

¿Has comprado libertad? Cuanto trabajo, cuanto esfuerzo… Disfruta mientras tengas esa libertad, de ese tiempo en que hacemos lo que queremos.

La vida pasa, corre, se va. Aprovéchala, saboréala, disfrútala, compártela, y ante todo nunca pierdas el tiempo.

DESCENTRADO.

Don Quijote: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”.

Tomando café con una amiga, y siendo muy sincera conmigo me comentó que me veía muy DESCENTRADO

No hay cosa más bella que pueden decir a un caballero ándate quijotesco, que decirte “descentrado”… Lo percibí como una señal de que por fin después de mucho tiempo me había centrado.

William Blake: “Si el loco persistiera en su locura se volvería sabio”.

Hablamos de tantas y tantas cosas y se mostraba tan perpleja… Le dije que ya no escribía, estaba seco.

-¿Te has quedado bloqueado?

-He escrito a libro por semana, pero de repente llega un día que no te sale nada, pruebas otro y tampoco. Pero bueno, ahora puedo pasar a ordenador cosas que he escrito, y hasta tengo tiempo para poder pensar en publicar uno. La próxima vez que nos veamos te lo traeré.

-¿Y qué tal con el fútbol?

-No juego, ni me apetece. Tengo la muñeca jodida y por precaución no juego. Pero estoy a un nivel competitivo tan bajo que le he cogido fobia. Incluso tampoco me apetecen las cervezas con los amigos al acabar, mis pensamientos van por otro lugar.

-¿Y de trabajo?

-Ya con 50, enviando curriculum, nada, pero no preocupa, trabajo siempre hay…

-¿Y por qué no los coges?

-Jornadas partidas lejos, ya sabes las distancias en Madrid. Prefiero tener tiempo para mí. Y hay otros trabajos que de joven hubiera hecho, ahora hay cosas que con esta edad…

¡Ay la vida que paradoja!... Creo que ha merecido la pena sacrificar salud, tiempo y dinero por una causa mayor… Y soy feliz.


Uno ya está acostumbrado, aunque no se llega a habituar, en que al ser diferente, la sociedad le menosprecie o trate por tonto. Pero uno vale mucho y quizás perciba cosas que otros no perciben o pueda disfrutar en mayor medida de gestos y cosas que otros no valoran.

En cambio yo soy el que desprecio a egoístas, príncipes o reinas de Sabas a las que todos deben pleitesía y servicio eterno.

¡Ay la vida! Diferentes formas de verlas y contarla.

A pesar de lo vivido y lo que me queda por vivir creo que no me cambiaría por nadie, y quizás nadie por mí.

Eso sí, cada vez, estoy más susceptible, e intento evitar sitios, momentos o personas.

Le comentaba a mi amiga lo bien que se queda uno diciendo que no, o mandando a alguno que otro a tomar por culo que como persona no se merece estar en mi vida. Se nota mucho el aprecio y desprecio, lo real y lo falso, el sentimiento y apariencia.

Aprendo de muchos, los admiro y son estímulos para mí. Ojalá tuviera su vocación, pasión y vitalidad por esas cosas de la vida. En cambio otros que conozco, me hacen ver lo que no quiero ser.

Mi amiga se fue, y a renglón seguido este descentrado recibió ese estimulo necesario para volver a escribir.

Si has llegado hasta aquí y estás centrada en la lectura es que has recibido el estímulo necesario para seguir leyendo. Gracias por escucharme, es el mejor regalo y apoyo para un trovador.

NO SON TIEMPOS PARA LA LÍRICA

Estoy en una terraza y oigo a unos chavales decir en referencia a Trump, comentario que puede ser extensible a muchos mandatarios: “El obje...