Santiago Niño-Becerra: “Ahora
queda el Trinomio Social: renta básica, marihuana legal y ocio casi gratis para
asegurar la subsistencia de quienes no sean necesarios, para garantizar que esa
población permanezca calmada, y para que no haya duda de que está entretenida”
A los que tienen estrés, ansiedad
o están a punto de pegarle un jamacuco se les da una pastilla para calmarlos,
tranquilizarlos…
Los que callan en vida, y viven
muertos, se les hace resucitar con alcohol, coca, pastillas… ¡Cómo cambian las miradas! ¡Cómo cambian su tono de voz y el sentido de esas palabras que rompen
el silencio!
En hospitales o residencias se les da medicina a abuelos y enfermos para dormir, y así hacer desaparecer
pesadillas, dolores y gritos… Su vivir y su dormir depende de esas pastillas.
Cuando le pregunté a un amigo
como se habían quedado sus hijos con sus padres, este me respondió:
-Muy bien, con la Tablet, no
parece que haya niños…
Padres, escuelas, sociedades
dejan a sus hijos que disfruten en frente de esas pantallas que los emboban,
bueno, así no molestan.
El poder, los poderosos y los que
llegan a él lo saben, por el interés te voy a obedecer.
Si te portas bien serás agraciado,
recibirás premios, tendrás éxito.
No te exaltes, obedece, compórtate…
Se ceban con el rebelde, todos a
por él, que triste el humano que se vende al mejor postor.
Aleksandr Solzhenitsyn
(Archipiélago Gulag): "Nos gusta descargar nuestra cólera contra los
débiles, contra quienes no pueden responder. Es la naturaleza del hombre".
Siempre con el fuerte,
crucificando al débil, pero dejando de ser lo que es, es la enseñanza que todos
aprendemos, a obedecer.
Si alguien es intocable, será por
algo, no te fíes de él… Es influyente, tiene poder…
Nos pueden enviar a la guerra,
hacer que demos nuestras vidas por ellos, por él…
Se ríen de ti, de nosotros, ellos
se perpetúan mientras de cadáveres se llena el cementerio.
Quieren imponer una cultura
burguesa, insulsa, repetitiva, que no se rebele nadie ni se metan con el estatus quo,
es un modus vivendi que nos quieren imponer. Una cultura que manipule, engañe y
nos haga obedecer.
Cuanta hipocresía en el mundo de la cultura, como en la vida misma, todo pura hipocresía. Cultura como soma que
nos haga vivir otra realidad, cuando la cultura debería penetrar en esas
entrañas del hombre, del bien y del mal.
La religión el opio del pueblo,
el fútbol y sus estadios las nuevas catedrales.
El consumo como motor de una sociedad que siempre quiere consumir más, más y más… Somos hombres y somos
insaciables.
El brillo de los ojos no es el
mismo cuando se contempla la pantalla o cuando se contempla la realidad. Unos
se quedan embobados mirando; y otros vibran, sienten, se mueven, intentan
divisar el aquí y el allá.
Seguir siendo humano, fuera de
pantallas, pastillas, medios de comunicación manipulados y cultura de masas es
un reto… ¿Conseguir seguir siendo humanos el día de mañana es posible?