Somos diferentes y nuestra percepción sobre tantas y tantas cosas en la vida debería ser diferente.
Pero hay un modus vivendi que nos
quieren imponer. A través de la religión, modelos culturales, medios de
comunicación o entornos que nos intentan atraer a través de premios o castigar
si queremos ser distintos.
Los demás se creen que tengo que
desear, vivir, comportarme y decir lo que ellos… ¡Qué tengo mi vida! ¡Qué yo
tengo mi voz!... Vuestra percepción de la vida es diferente a la mía…
-No me gustan los coches y me
tratan de pobre porque me gusta ir andando a los sitios… Eso sí, tengo coche y
la utilidad es la utilidad, y el tiempo es un tesoro, y en nuestra vida es tan
limitado.
-Periodos de mi vida que los he
dedicado a lo que más he amado en esta vida y como no he trabajado me han
tachado de vago. Los momentos más productivos de mi vida es cuando no he
recibido un sueldo. Eso sí, me los he podido permitir, pues como una hormiga he
guardado el grano por si en el algún momento me hiciera falta.
-Huir de eventos, celebraciones,
días especiales y dar prioridad al día a día, no es que sea raro o antisocial,
prefiero los lunes al sol escribiendo que un domingo marcado en el calendario.
-No consumir compulsivamente o
renunciar a aplicaciones o instrumentos tecnológicos hacen que te tachen de
anticuado, aunque algunos me han echado el mejor piropo que me han podido
echar, y eso que nos vemos de uvas a peras, pero me conocen y respetan: “eres un CLÁSICO”… A pesar de lo que ha cambiado todo, la esencia de uno no cambia.
Quizás lo peor que nos puede pasar en la vida es tener una perspectiva diferente a los demás y por circunstancias o imposiciones tengamos que renunciar a lo que somos y a lo que queremos. He trabajado en centros donde personas de mi edad o más jóvenes han reventado y su salud ha sido noqueada para siempre por este motivo, no han aguantado más, estallaron. ¡Para! ¡Cambia! ¡Hay otros caminos! El tuyo, no el de los demás.
He tenido amigos que se han
resistido, se han rebelado contra el modus vivendi y ya no están aquí.
-Querían una vida tranquila y la
vida les ha hecho correr de más, hasta estrellarse.
-Otros que intentaban descargar parte del peso que cargaban, y les metían más y más peso… Al final el peso pudo con ellos,
cayeron derrumbados.
-A otros las circunstancias de la
vida los llevo a esa cárcel que los condenó a la eternidad. Todos sabemos que
en la vida hay cárceles de las que no se puede salir. ¡Matrimonios sin salsa!
¡Trabajos en los que consumimos nuestras vidas! ¡Lugares de los que desearíamos
escapar!
- ¡Ay esas almas libres que sin
estar sujetos a nada ni a nadie, se quedan solos! La soledad mata, hasta a los
más solitarios.
- ¿Y esos a los que define tan
bien James Dean?: “Vive rápido, muere joven y deja un hermoso cadáver”. Viven
la vida tan intensamente, son tan bohemios, tan frágiles, tan geniales… Que
sabes que no van a durar mucho.
-Otros son rebeldes, y son condenados, quemados o crucificados. Sigue el modus vivendi, y durarás más años, serás “más feliz” para la mayoría, tendrás más, te querrán más.
¡CUANTA PUTA HIPOCRESÍA LA VIDA!
Hoy es hoy, y mañana será mañana…
Y que difícil será ser yo mañana si no lo soy hoy.
Unos amigos funcionarios
cualificados hablaban sobre esa pensión máxima que les quedaría a los que
sumaban planes privados de cara a la jubilación.
-¿Y tú?... Agradezco a los que
preocupan por mí… Me daban soluciones a mi situación pues lo tienen muy
estudiado… Pero si no pienso hoy que voy a hacer mañana, para pensar en 15 o 20
años… ¿Estaré vivo?
Una cigarra entre hormigas… PREFIERO
SER YO NUNCA ANTES QUE NADIE SIEMPRE, moriré con esta máxima.
Me helaré en invierno a no ser
que haya cambio climático, y se de ese calentamiento catastrófico para la
mayoría, pero que a algunos nos salvaría.
¡Qué me quiten lo bailado, vivido o escrito!
Sólo sé que soy de letras pese a
ser un fenómeno con el Excell y los números, a los que me he dedicado parte de
mi vida.
Y aún me queda mucho que bailar,
vivir y escribir.
No se hable más, se abre el
telón, comienza el próximo acto.