5.MUJERES DE CLAUSURA (LA RESIDENCIA)

-Que al final no llego al 8M Mary ¡Qué buen café hemos disfrutado!

-Te equivocas, has llegado al 8M, allí está la casa donde vivo ¿Dónde vas tú?

-A la RESIDENCIA “Gabriela Mistral”. Allí tengo una amiga con la que solía coincidir en encuentros de poesía, suelo hablar con ella a través del móvil y está desesperada. Desde que empezó la pandemia no ha podido salir de la habitación. Ella piensa que está en una cárcel. Menos mal que ya la han vacunado y puede recibir visitas.

-Allí tiene a su madre la señora Elia, se veían y hablaban a través de la ventana, todo muy surrealista. Lo bueno que en esta residencia no ha habido un solo caso de coronavirus.

-Cómo se van a contagiar si llevan un año cada uno en sus habitaciones. Tiene que ser durísimo, hay que vivirlo para saber lo que es.

-Pero siguen vivos, en la vida primero hay que sobrevivir, para luego vivir.

-Voy para allá, encantado de conocerte, déjame tu móvil, y a ver si quedamos para otro café.

-Al final del 8M está la residencia, la vas a distinguir, tiene un color azul celestial precioso…

Al llegar pregunte por Josefina. Después de dar todos sus datos a un cura muy agradable salió mi amiga muy deteriorada.

-¿Qué tal poeta?

-Ahí vamos, seguimos vivos.

-A mí esto me ha matado, confinada un año.

-¿Has escrito algo?

-Nada, bloqueada, desesperada, hasta una noche me tome el bote de pastillas, y al tenerme que hacer un lavado de estómago, fue el único momento que salí de aquí.

-No pienses en lo que ha sido este año, piensa en lo que está por venir, estás vacunada y a salvo de un bicho que nos ha herido, pero seguimos vivos, pero que muy vivos.

-No soy la misma, ni seré la que fui.

-Sigues siendo maestra y poetisa.

Le puse un papel y un boli. Nos quedamos pensando a cerca de ese tiempo en que la poesía estuvo a punto de morir en nuestros corazones, en nosotros.


Conocí la prisión,

la celda,

fui poetisa,

se acabaron las letras.

-Josefina, que bien, volver a leerte. Pronto volverás a recitar verso a verso….


Conocí la muerte en vida,

hoy la poesía

me ha hecho recobrar la vida.

Hoy, 9M, después de una biopsia, Josefina sabe que tiene un cáncer terminal.

-Doctora, no quiero tratamiento, quimio, ni más hospitales. Me quede mucho o poco, quiero vivir lo que me queda de camino, eso sí, sin dolor.


No hay vida,

ni poesía,

SIN DOLOR.


Lo que nos quede,

amémonos,

sin dolor.

6 comentarios:

  1. Quino: "La vejez es mucho peor de lo que yo la dibujaba"

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  2. Uff tremendas expericias marcadas por el yugo del COVID, en donde de nos aparcó la vida y como dices afortunados de sobrevivir...lo primero luego vendrá la vida por eso tan bien elegida esa reflexión de q hay q morir unas cuantas veces ..para luego vivir🤗 saludos Greg!!

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    1. Sólo quien ha vivido dentro de las residencias lo que se ha pasado allí puede dar testimonio de ello: muerte, aislamiento, soledad, incomunicación... Han sido tiempos terribles... Y nuestros mayores merecen otro respeto, otros cuidados y el no dejarlos solos contra....

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  3. José Carlo Ruiz: "Vejez es cuando pierdes el apetito por seducir y no encuentras nada que te seduzca".

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  4. Agatha Christie: "Los jóvenes piensan que los viejos son tontos. Y los viejos saben que los jóvenes lo son".

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  5. Carlos Boyero, no sé si me explico: "Hay una cosa tenebrosa, que algunos pretenden poetizar, que se llama vejez. Es la decrepitud física y mental. Es depender todo el tiempo de los demás".

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