Blaise Pascal: “La felicidad es un artículo maravilloso: cuanto más se da, más le queda a uno”
El tiempo es un valor muy
preciado, y se puede dedicar a los demás o gastárselo uno mismo… Hay quien ve
en ese dedicarse a los demás como una forma de vida y es feliz. Tiempo para los hijos, para ayudar a un amigo o voluntario en una actividad solidaria. Es
placentero dedicar ese tiempo a ayudar y hacer felices a los demás.
También hay casos en que este tiempo no es reconocido o incluso puede jugar en contra de uno como ese compañero de trabajo que forma a un “sustituto” y una vez que este sabe hacer su tarea lo despiden.
Hay quien no tiene tiempo y
delega. Hay quien lo tiene y se queda sin él pues le encasquetan todo.
A Manolo, un buen amigo, una vez
que se jubiló esperaba tener todo el tiempo del mundo para él y poder hacer lo
que tanto le ha gustado siempre y no ha podido hacer por falta de tiempo.
Pero se tuvo que encargar de su
nieta pues su hijo era exportador y no estaba nunca en casa; y su nuera que es
enfermera le dieron plaza a 200 kilómetros por lo que aparecía de uvas a peras.
Pero él era feliz del éxito de su hijo con una casa de ensueño y dos coches que llamaban la atención… Además Manolo, siempre ha presumido de su mujer mucho más joven a la cual había montado una tienda de plantas a las que tanto amaba su esposa.
Para ahorrar gastos y evitar
portes, Manolo que ya estaba jubilado, se hizo transportista.
Me comentaba que no sabía qué
hacer, cuando cargada la furgoneta de plantas y con su nieta a bordo, le daban
ganas de mear a la pequeña…
Manolo, el albañil jubilado,
seguía siendo albañil (de su casa y la de su hijo), cuidador de su nieta,
transportista, mozo de carga y descarga, contable, mecánico, jardinero y no sé
cuántas cosas más.
A Manolo, ya jubilado, le dio un infarto y nos dejó. No le aguantó el corazón…
Mi homenaje a esa generación que
ha llevado el peso de cuatro generaciones: abuelos, padres, hijos y nietos.
Cuando no estén ¿Quién cargará
con el peso? El tiempo lo dirá.
Mi tiempo, tu tiempo, es sagrado,
no lo perdamos, que no nos lo roben…
Que sería este mundo sin la generosidad de tantas y tantas y tantas personas...
ResponderEliminarPitágoras: "Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te veas obligado a llevársela".
ResponderEliminarKalidasa: "Las grandes almas son como las nubes, recogen para luego verter".
ResponderEliminarCharles Dickens: "Nadie que haya aliviado el peso de sus semejantes, habrá fracasado en este mundo...".
ResponderEliminarVictor Hugo: "La carga más pesada es existir sin vivir".
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