CUESTIÓN DE TIEMPO

En esta vida todos necesitamos el tiempo para aprender, consolidar lo aprendido y luego disfrutar de ese tiempo conquistado con anterioridad.

Cuando una noche de granizo hice mi primer entrenamiento de rugby, el presi le preguntaba al entrenador: ¿Qué tal este español? No sabe jugar al rugby, no sabe inglés, pero NO SE ABURRE, tiempo al tiempo. Y el tiempo dio la razón a Mick, alcanzando en dos años un nivel impensable para mí y para todos. Aprender y formarse, consolidar conocimientos, ACTITUD, y lo más importante, la PASIÓN y disfrutar de lo que a uno le gusta.

Cuando nos gusta algo el tiempo nos ayuda, pero cuando no nos gusta el tiempo es un martirio. Eso me pasaba con los idiomas, y más cuando de pequeño tenía problemas en la pronunciación de algunas letras, y como las letras con sangre entran, cada vez que no podía pronunciar abría la mano y era golpeado por un regla ¡Pas! ¡Pas! ¡Pas! Como ni a golpes pronunciaba correctamente, cada palabra mal dicha copiarla 50, 100, 500 veces…A joderme los recreos...

Vine a Madrid y el logopeda me enseñó a hablar o pronunciar. Además, Ventura, mi profesor de francés, cuando en el primer examen saqué un cero y medio, pues supe poner mi nombre, no paraba de motivarme y en el segundo saque un tres, felicitándome: ”Gregorio, has pasado de un cero y medio a un tres, aunque no lo creas has tenido mucha mejoría".

Yo entre mi decía, saco un tres y me felicita, se está burlando de mí. Vio que me apasionaba leer, y me regalaba textos que devoraba. Suspendí por los pelos el último examen, me dio la enhorabuena (“has estado a punto”) y me regalo en francés La Peste de Albert Camus. “En la recuperación puedes conseguirlo”.

Estudié poco, pero devoré ese libro, y saque un notable en el examen final: “Te felicito, ni yo me explico cómo lo has conseguido”.

Pero os tengo que reconocer que el placer de los idiomas lo desarrolle VIAJANDO y LEYENDO… y traduciendo y recitando mis poemas. A mi llegada a Londres mi amigo Andy decía en un principio que no sabía decir las diez frases necesarias para sobrevivir en la gran urbe y en cambio era capaz de recitar en público en inglés una poesía con su explicación correspondiente. Tal como lo hacía domingo tras domingo en Foundry, donde el organizador irlandés Donald me bautizo como Greg de La Mancha. Que buenos momentos y cuanto me aportaron aquellos poetas quijotescos llegados de tantos lugares del planeta y que cruzamos nuestros caminos en aquel antro, ya cerrado, en Old Street.

Si tenéis hijos que odian los idiomas que VIAJEN. Si tenéis hijos que quieren hacer esto o aquello que lo HAGAN, pero siempre darles tiempo, nunca presión, sobre todo que disfruten con lo que hacen, serán más felices.

LA VIDA ES UNA y hay que disfrutarla. En un maratón unos llegan antes y otros después, pero la satisfacción es la misma. Bueno, quizá no, los últimos sufren más para llegar a la meta. Pero como oí decir a Lejarreta: “EL PRIMERO ES EL MEJOR Y EL ÚLTIMO UN HÉROE”.