HAY CONFIANZA

Confianza en los demás, confianza en uno mismo. ¿Hay confianza?

Charles Darwin: “La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento”.

Cuantos charlatanes y fantasmas a los que nos cansamos de oír, a los que querríamos ver lejos pero que a veces los tenemos que aguantar sentados a nuestro lado o enfrente… A estas alturas yo cada vez tengo menos aguante.

Antes estar de Rodríguez era cuando se iba la mujer de vacaciones y se quedaba el hombre solo a sus anchas, ahora también hay mujeres que disfrutan de este estado tan liberador. Pero los que más disfrutan siendo Rodríguez son los jóvenes, como los que tengo al lado, cuando se van sus padres de uno y se monta una fiesta en casa con los amigos donde se pasará guay del Paraguay. Cuando uno es joven cuanto se confía en los amigos… ¿Y en los padres?

El caso es que cuanto más fanfarrón, hablador y fantasma es uno más se cree lo que lo que dice, y más confianza tiene en sí mismo. En cambio el sabio duda, es ingenuo, pues no encuentra certezas y le falta esa autoconfianza que necesita para dar pasos de gigante…

A veces también se suele decir que la confianza da asco, pues mucha gente abusa de la confianza que se le ha dado. Le das una mano y te cogen la pierna y todo lo que puedan pillar. A eso se le llama abusar de la confianza… QUE MORRO…

Se le puede quedar a uno una cara de tonto. Pero hay que aprender, quien abuse de la confianza que se da, una y ninguna más Santo Tomás.

En esta vida primero tienes que confiar en ti, después en los que te han demostrado que puedes confiar y nunca o casi nunca te han fallado, dudar de los demás y lo que te han traicionado o engañado cuanto más lejos mejor, y si no te los puedes quitar del medio: poco caso, más distancia y trazar siempre esa línea de separación. A veces a uno le duele no poder ser tolerante, pero no le queda más remedio.

NO SE PUEDE VIVIR SIN CONFIAR, pero tampoco se puede ser CONFIADO. Ahora me acuerdo de esta historia que me contó un navarro:

“Había un padre que tenía un hijo muy confiado e ingenuo, por lo que intento espabilarlo.

-Coge este hierro Miguelón…

El chaval lo cogió y estaba ardiendo, se quemó y los soltó inmediatamente.

-Miguelón, para que no te fíes ni de tu padre.”

Este chico perdió la confianza hasta en su padre, y desde aquel día siempre tendría cuidado. No te fíes de lo que te manden, de lo que te digan, de lo que han dicho que te digan, puedes creer esa palabra y acabar quemado…

Hasta el hierro o el hielo pueden quemar si se calientan demasiado, cualquier persona te puede engañar si algo saca de ello, hay que pensar que nadie es santo, todos somos humanos.

Los padres confían en el hijo bacín que desea quedarse de Rodríguez para llevarse a sus amigos y ligarse a la chica con la que ahora está hablando. En el fondo todos hemos sido, somos o seremos Rodríguez, esperar ese momento para liberarnos…

Pero nadie es tonto, se acaba de levantar el bacín con su chica, y los demás se ríen, se burlan, hasta lo ponen verde: “Que vergüenza”; ”No digo na”; “No lo aguanto”… Como lo ponen, que mal hablan de él.

Pero todos lo aplauden cuando ha pedido otra ronda y llega cargado junto a su chica: ”Eres el mejor”; “Bravo por ti muchacho”…

Están todos, y nadie habla mal al otro. Ya está contando chistes el bacín y todos riendo a carcajadas, mientras yo que estoy en la mesa de al lado no me hace mucha gracia, será que soy serio o estoy escribiendo. Es la vida, reímos como tontos escuchando a bacines que gesticulan, dicen gilipolleces y hacen ruido cuando ríen… Ja, ja, ja ,ja, ja…. Y todos lo acompañamos.

Soy diferente y para mí sin confianza no hay felicidad. Amo a la buena gente con lo que se pueda hablar, disfrutar y compartir tantas y tantas cosas en esta vida. Pero ante todo que se vaya de frente, persona auténticas, mujeres y hombres de VERDAD.